palabras mudas

Cuando sea que quieras averiguar el porqué de tanto vacío ahí adentro, puedo darte un sinfín de respuestas. Propias. Justas. Necesarias. Ya viejas. 
Tal vez no entiendas que todo lo que sale de tu boca ya no tiene valor, no para mi.
O quizás no comprendas que, a estas alturas, me encuentro en la lejanía de la indiferencia, y que poco y nada me mueve lo que puedas llegar a decir.

¿será porque tus palabras siempre fueron vacías?

No olvides nunca que te perdoné que me mintieras, y que siempre estuve ahí para escuchar nuevas promesas. 
Falsas. Llenas de aire.
Que más que caperucita; fuiste el lobo, y que cuando hubo oportunidad te disfrazaste de abuelita.
Que más que victima, resultaste victimario.
Y que más allá de todo eso yo seguía ahí.