Qué lástima que a las palabras se las lleve el viento pero los sentimientos que ellas generaron se queden acá.
Golpea fuerte saber que no fueron más que eso. Palabras. Un conjunto de letras que parecían poder mover montañas, pero que no empujaron ni un granito de arena.
Y es que me comí todos tus versos pero morí de hambre con tus hechos. Me besé apasionadamente con esos largos textos y cuando fui a buscarlos hechos acción ya se habían borrado.
Mi mente recorrió kilómetros pensando como podía entrar tantos sentimientos en solo frases, hasta que me di cuenta que no era así: las palabras vuelan. Los sentimientos están acá. Pero los hechos, ¿donde están?