no importa

no importa que tan fuerte pegue el sol contra tus ojos, ni cuantas veces te caigas de la bicicleta, ni cuantas balas golpeen tu pecho. No tiene importancia cuantos granitos de arena se vuelen, ni cuantas gotas de agua sean derramadas al vacio.
Es irrelevante cuantas veces te caigas, siempre y cusndo te levantes.
la vida es corta.
escuchá a tu vieja cuando te habla.
abrazá a tu viejo y contale cuanto lo queres.
saludá a tu hermana cada vez que la veas entrar a tu casa.
acariciá a tus perros cada vez que puedas.
sonreile a la vida cada vez que en tus auriculares suena tu cancion favorita.
mimá a la taza cada vez que el café te salga rico.
recordale a tus abuelos lo importantes que son para vos.
enviá sentimientos por Whatsapp cuando que te llegue un mensaje lindo.
regá una flor.
andá en bicicleta.
respirá.
juntate con la gente que te hace feliz.
comé rico.
ejercitate.
sé feliz
la vida, es eso

Mejor callado que quieto

Qué lástima que a las palabras se las lleve el viento pero los sentimientos que ellas generaron se queden acá.
Golpea fuerte saber que no fueron más que eso. Palabras. Un conjunto de letras que parecían poder mover montañas, pero que no empujaron ni un granito de arena.
Y es que me comí todos tus versos pero morí de hambre con tus hechos. Me besé apasionadamente con esos largos textos y cuando fui a buscarlos hechos acción ya se habían borrado.
Mi mente recorrió kilómetros pensando como podía entrar tantos sentimientos en solo frases, hasta que me di cuenta que no era así: las palabras vuelan. Los sentimientos están acá. Pero los hechos, ¿donde están?

No de cuerpo sino de alma

desnudarse
hasta que se vean los miedos,
los fracasos,
los llantos.
desnudarse
hasta mostrar la risa de sonido raro,
las fotos de chiquito,
las peores acciones.
desnudarse
hasta que no quede un secreto,
una historia,
un suspiro.
desnudarse
hasta que ya no haya voz para contar,
ojos para leer,
oidos para escuchar.
desnudarse
hasta que el último sentimiento salga a la luz.
hasta que la luna se apague,
el sol no brille,
el rock no alegre,
la vida no llore.
el resto;

el resto es sólo sacarse la ropa 





(disfrutareseplacer)

un poco de Luna

 siempre esta ahí
para acompañar a aquellos que estan solos por las noches,
para iluminar un buen rock,
para entregar un show gratuito a aquellos que ven el cielo,
para aquellos expertos que documentan sus cambios de estado,
para orientar a los calendarios. 
Por las noches, ella sale.
Cuando oscurece, ella ilumina.
Se desnuda ante todos
y muestra su alma blanca,
para enternecer a cualquiera en noches de llanto,
para alegrar a los borrachos,
para abrazar a los solitarios.
Ella siempre esta ahi,
para acompañar a cualquiera que quiera su compañia;

y hoy, 

necesito un poco de luna


y es que por fuera estoy entero y por dentro estoy partido

Estabas tan ciego que no supiste (o no quisiste) ver que aunque eras lo peor, yo te quería y te miraba como si fueses lo mejor.
Estabas tan sordo que no escuchaste  las voces que te pedían (a veces llorando, otras gritando, y muy seguido suplicando) que cambies
Estabas tan mudo, que no dejaste salir esas frases que sentías. 
Estabas tan falto de tacto, que nunca prestaste atención a los puntos que tocabas. 
Estabas tan lleno, que nunca supiste lo que era estar vacío
Y es que no te faltaba nada... O mas bien, te faltaba todo.
Los dos te queriamos tanto, tanto, tanto que nunca fuiste capaz de querer ver lo que hiciste mal.
A los dos nos importaba tanto tu bien estar...
Hasta ayer.

Como nunca antes te atreviste,
pediste perdón, lloraste.
Pegaste y empujaste,
como de costumbre.
No dejé que me ganes esta vez; no otra vez.

Hasta siempre, mi no tan azul.



 

perdido

Como todas las noches vacías, los recuerdos me quemaban
Decidí buscar la forma de que se apagar las llamas
o por lo menos, 
intentar que ya no ardan. 
Me acosté en el parque a ver las estrellas
y me acordé de aquella vez que pude verlas,
 con los ojos cerrados y sin mirar al cielo. 
Con la Luna como compañera, 
me encontré a mi misma, escribiéndote
como en los viejos tiempos; 
pensando cómo podrían haber sido las cosas 
si te hubiera perdonado esa última vez
si te hubiera dado ese beso final

si no te hubiera alejado de mi vida.

En una de esas noches que creí perdidas
tome mucho para olvidarte
y terminé viéndote doble, 
contándole a al aire nuestra historia
esperando que una fuerte brisa se la lleve lejos. Bien lejos.
Y hoy, como en todas las tardes de soledad, 
me pregunto si en algún momento en mi pensarás. 
Si atesoras (al igual que yo) en tu mente 
todas nuestras risas, 
nuestras peleas,
 nuestros llantos, 
nuestro amor.



asiescomotevescuandonotequerés
 



palabras mudas

Cuando sea que quieras averiguar el porqué de tanto vacío ahí adentro, puedo darte un sinfín de respuestas. Propias. Justas. Necesarias. Ya viejas. 
Tal vez no entiendas que todo lo que sale de tu boca ya no tiene valor, no para mi.
O quizás no comprendas que, a estas alturas, me encuentro en la lejanía de la indiferencia, y que poco y nada me mueve lo que puedas llegar a decir.

¿será porque tus palabras siempre fueron vacías?

No olvides nunca que te perdoné que me mintieras, y que siempre estuve ahí para escuchar nuevas promesas. 
Falsas. Llenas de aire.
Que más que caperucita; fuiste el lobo, y que cuando hubo oportunidad te disfrazaste de abuelita.
Que más que victima, resultaste victimario.
Y que más allá de todo eso yo seguía ahí.